6.15.2019

Verdad, Fortaleza, Acción XXXXXIII

 

“En este mundo no hay nada tan sublime y puro como el conocimiento trascendental. Dicho conocimiento es el fruto maduro de todo misticismo, y aquel que se ha vuelto experto en la práctica del servicio devocional, disfruta de ese conocimiento internamente, a su debido tiempo.” Bg 4.38

Todos estamos buscando felicidad, todos queremos paz; pero es posible sentirnos felices y en paz actuando bajo la pasión lujuriosa y la ignorancia?

Hagamos de manera individual una introspección al respecto de manera honesta; cada quien visualice su situación desde los principios de Yoga Yama y Niyama.

En sus instrucciones a Arjuna, en el capitulo 18.36 Krshna describe “3 clases de felicidad con las que el alma condicionada disfruta, y con las que a veces llega al final de todas las congojas.”

“Aquello que al principio puede que sea como un veneno pero que al final es como un néctar, y que lo despierta a uno en la autorrealización, se dice que es felicidad en el plano de la modalidad de la bondad.” Bg 18.37

En la inercia o ignorancia no hay felicidad; este verso nos expresa que quien quiera felicidad tiene que buscar lo que trasciende la materia, tiene primero que “moler vidrio con el pecho” muchas veces debatiendo en el campo de batalla”, de la vida material para entonces vislumbrar los destellos de la luz trascendental. Jamás se puede buscar lo trascendente fantaseando, simulando, tergiversando, engañándonos y tratando de engañar a los demás a nuestro acomodo paro nosotros sentirnos “felices.”

“La felicidad que procede del contacto de los sentidos con sus objetos, y que al principio parece ser un néctar pero al final parece ser veneno, se dice que es de la naturaleza de la pasión.” Bg 18.38

Si estamos golosos, enamorados, ensimismados por los objetos de los sentidos, que siempre originan placer con su contraparte de dolor y sufrimiento, no somos más que simuladores de practicantes de Yoga, nos estaríamos autoengañando buscando a través de esa actividad mejorar o extender la vida de nuestro vehículo físico, para mayor disfrute y por mas tiempo, la relación y el gusto de los sentidos y la mente por los objetos materiales.

“Y la felicidad que hace caso omiso de la autorrealización, que es un engaño de principio a fin, y que procede del sueño, la pereza y la ilusión, se dice que es de la naturaleza de la ignorancia.” Bg 18.39

“Aquel que hace a un lado las disposiciones de las Escrituras y actúa según sus propios caprichos, no consigue ni la perfección, ni la felicidad, ni el destino supremo.” Bg 16.23

“No existe ningún ser, ni aquí ni entre los semidioses de los sistemas planetarios superiores, que esté libre de esas tres modalidades nacidas de la naturaleza material.” Bg 18.40

Ninguno de nosotros traemos a la vida esas cualidades que son propias de la naturaleza material, pero si en cada vuelta nos llevamos las impresiones de nuestras experiencias de vida en vida, fruto de nuestra relación y apego con los objetos de la naturaleza, y como por ello regresamos y regresamos hasta que comprendemos que nuestra alma es pura, no trae nada ni necesita llevarse nada de la naturaleza material, aceptando la naturaleza con todos sus elementos tal y como se manifiesta en todos los sentidos, sin entrar en relación con los objetos de los sentidos que no sea por Dharma o bondad, es entonces que la paz afluye y se proyecta.