7.11.2009

EXISTENCIA CICLICA

Aceptada la mente como la raíz o causa de la existencia cíclica, esa vida cíclica es como un árbol que tiene ramas, flores y frutas.

Debemos comprender que es la mente la que motiva el estado de felicidad o desdicha; que es la causa del nacimiento, la vejez y la muerte.

La mente es la que decide los sentidos y cuando desciende a los planos más bajos, la energía sutil que sostiene la vida es “perturbada”; ese descenso de la mente ocurre por dos causas principales:
La Impaciencia: carencia de dominio, de entereza en lo que respecta a aceptar los sufrimientos que salen a nuestro encuentro en el camino.

El Gran Deseo o aferramiento a la dualidad en sus modalidades “mundanas” (terrícolas): placer - dolor; alabanza - culpa; ganancia - pérdida; fama - anonimato.
Solo seremos capaces de aceptar con alegría la infelicidad, el dolor y las dificultades, cuando consideremos todo infortunio parte del logro espiritual.