Luego de la toma de conciencia de aforismos o Yoga Sutra de Patanjali, iniciamos este año un ciclo de estudio tendiente a acercarnos más al conocimiento sobre nuestros propósitos de vida y cómo lograr superar los obstáculos que nos detienen y todo lo que nos distrae en el logro de nuestra meta última.
Pretendemos superar la falsedad, la superstición, la ignorancia y la pasión desmedida, sin control, porque estas distracciones nunca podrán conducirnos a la sabiduría, ni a la belleza moral, mental y espiritual.
“El hombre evolucionará cuando cese de querer satisfacer desmedidamente sus deseos bestiales, puramente físicos. Cuando llegue el día en que verdaderamente sienta apetencia espiritual, tendrá la iluminación intelectual y entonces vendrá el despertar de los sentidos de moral y la consciencia de la inmortalidad y del bien”. M. W. Kapp, MD.
Hablamos sobre nuestro cuerpo energético formado por centros, “vórtices” o “remolinos” de energía, llamados chakras, que estos actúan como centros transmisores de la energía recibida del cosmos, mediante la cual actuamos en el plano físico con el cuerpo que poseemos, a través del sistema glandular del cuerpo, y que ese cuerpo está formado por elementos del planeta donde estemos.
Recordemos que esos chakras regulan el flujo energético entre el espíritu y el cuerpo físico; que tiene la capacidad para interaccionar con nuestro cuerpo físico como ya dijimos a través del sistema glandular.
Los chakras además de estar asociados al sistema glandular endocrino y nervioso, están asociados a los 6 sentidos corporales (incluida la mente), con las percepciones extrasensoriales, los estados de consciencia por medio de los cuales comprendemos los secretos ocultos de la existencia.
Hay una importancia en el estudio y comprensión de nuestros centros energéticos y la práctica de yoga porque teniendo claro el objetivo principal de yoga, podemos comprender la relación directa de los chakras con los órganos específicos de nuestro cuerpo y nuestra consciencia.
Definimos consciencia como el conocimiento reflexivo y exacto de las cosas, es conocimiento interior del bien que debemos hacer y del mal que debemos evitar. Es cualidad del espíritu reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta.
Hay evidencia de que cuando se siente tensión (duda, remordimiento, ambivalencia) en la consciencia, se percibe en el área del cuerpo físico relacionada al chakra que le corresponde. Si esa tensión es sostenida por un tiempo, aparecen las primeras manifestaciones de enfermedad. Observamos aquí el origen sicosomático de las enfermedades, siendo por esta razón que no debemos albergar en nuestra mente ninguna situación que no hayamos validado o clarificado.
El síntoma es un alerta desde nuestro cuerpo sutil, informa desde el cuerpo físico lo que está ocurriendo; si comprendemos el mensaje a través del síntoma y aplicamos las medidas correctivas adecuadas, el síntoma desaparece.
Hablamos sobre nuestros derechos naturales, inajenables, irrevocables (tener, sentir, obrar o realizar, amar y ser amado, decir y escuchar la verdad, ver y saber).
Vimos como cada derecho está relacionado con un centro energético y cómo la afectación de uno se manifiesta, pudiendo desencadenar desbalance en todos los sistemas de nuestro cuerpo y también vimos cómo de acuerdo a los síntomas y signos que manifieste nuestro cuerpo podemos determinar el o los centros energéticos (chakras) bloqueados y desde la raíz u origen de la manifestación comenzar el proceso de sanación y curación.
Observamos entonces que conociendo cómo nuestro sistema glandular funciona, con la alimentación y respiración adecuadas y el recto pensar lograremos que las glándulas de nuestro cuerpo funcionen adecuadamente, garantizando una optima calidad de vida.
En nuestras próximas clases vamos a unir síntomas y signos que se presentan según las glándulas afectadas y el centro energético correspondiente desde el aspecto mental, emocional y físico.