11.29.2008

CAMINANDO NUESTRA SENDA

Todos tenemos un camino por andar, una lección que experimentar, que aprender y un alma que reencontrar.  Si buscamos, encontramos.  No te detengas hasta encontrar la práctica que se adapta a tu cuerpo, mente y alma, porque será lo que abrirá la puerta de tu camino; porque será lo que permita ser constante, condición indispensable en este sendero.

¿Cómo saber que la has encontrado?  Porque de pronto te encuentras experimentando un bienestar antes desconocido, porque sin darte cuenta sonríes, porque te levantas en la mañana con la disposición de tener un gran día, porque sabes descubrir la fuerza para enfrentarte a los problemas, porque aprendes que eres luz y como tal puedes resplandecer.

Tomar en cuenta que todo esto puede llevar a engaño, YOGA no es una vara mágica que convierte las penas en alegría, ni las lágrimas en sonrisas, es un trabajo diario en el que hay que comenzar a escuchar el alma, ver las cadenas que nos atan y los impedimentos del cuerpo o de la mente para la conquista de nuestros altos anhelos.