Édouard Schuré 1841–1929 autor "Los grandes iniciados"
"El Budismo tiene una característica exclusiva y rigurosamente moral, es de imperiosa dulzura; ni metafísica, ni cosmogonía, ni plegaria, ni culto. Nada más que meditación moral. En el Budismo se desliga de todo y de todos."
- Desconfía de los dioses, porque estos han creado el mundo. Desconfía de la vida terrestre porque es la matriz de la reencarnación.
- Desconfía del más allá, porque a pesar de todo aún impera la vida y por tanto el sufrimiento.
- Desconfía del alma, porque está devorada por la sed inextinguible de la inmortalidad.
Si desconfía Budha del alma y de los dioses, más desconfía aún de las mujeres. En esto como en todo lo demás es la antítesis de Krishna y el apóstol eterno-femenino. Sabia Budha que el amor es el más poderoso incentivo de la vida y que la mujer encierra la quinta (5ta) esencia de todas las seducciones. Sabía que Brahma no se decidió a crear el mundo y a los dioses antes de haber creado de sí mismo el Eterno - femenino.
Budha no teme a la mujer como provocadora del delirio de los sentidos por medio de miradas y sonrisas, sino que teme a su arsenal de astucias y mentiras, cual trama de que se vale la naturaleza para tejer la vida. La esencia de la mujer se halla insondablemente oculta.
Budha recomienda a sus discípulos que aspiran vencer la rueda de las encarnaciones evitar la presencia de la mujer, si se puede evitar no hablarle y si no puede, guardarse.
Budha no teme a la mujer como provocadora del delirio de los sentidos por medio de miradas y sonrisas, sino que teme a su arsenal de astucias y mentiras, cual trama de que se vale la naturaleza para tejer la vida. La esencia de la mujer se halla insondablemente oculta.
Budha recomienda a sus discípulos que aspiran vencer la rueda de las encarnaciones evitar la presencia de la mujer, si se puede evitar no hablarle y si no puede, guardarse.