¿Para qué anhelamos la sabiduría Divina, para que invocar la luz Divina?
Para disminuir nuestras faltas; no para cubrirlas.
Para disminuir nuestros dolores y no para recibir otros a título de venganza.
Para curar nuestras heridas del alma y no para pasar incólume en la vida.
Para vivir en gozo con todos los bienes del mundo y no para resignarnos o renunciar a ellos.
Para poder amar la virtud y no par vivir solicitando perdón.
Para tener fé y no fomentar la cobardía frente a los inconvenientes del vivir.
Para crear la fortaleza y no tener que solicitar facilidades para la conquista de placeres y venturas.
Para no pedir constantemente el buen éxito en los pasos de la existencia.
La Paz de conciencia es un programa difícil porque su llegada es penosa y el camino lleno de espinas, pero es la Paz de conciencia la expresión más aproximada a la felicidad terrena.
Amor a la Verdad y a la Justicia es igual a Pureza Espiritual, esto trae Fortuna en la Tierra.
12.11.2010
recordemos...
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