El diafragma es el músculo principal de la respiración; además intervienen los músculos intercostales. Durante la inhalación se abren y elevan las costillas expandiendo la cavidad torácica. Con la respiración yoguica estos músculos se fortalecen, permitiendo que una cantidad mayor de aire pueda entrar y salir durante un ciclo normal respiratorio. Así los efectos del entrenamiento de la respiración o Pranayama duran todo el día. Esto aumenta el aire y el prana en la circulación, bajando el número de respiraciones por minuto. El efecto es un sistema respiratorio más eficiente.
La respiración diafragmática o torácica no difiere de la abdominal, en Yoga ambas fluyen una de otra. La respiración diafragmática o torácica es más estimuladora, la abdominal es más relajante, hasta el punto de ser sedativa o calmante. Esto es así porque reduce la presión sanguínea y el ritmo o frecuencia respiratoria buena para quedarnos dormidos y para periodos estresantes.