El proceso de divagar de la mente o sea la relación en cadena que desata un objeto que llama nuestra atención se rompe cuando un objeto de mayor interés llama la atención de nuestra mente, iniciando así un nuevo proceso. Cada uno de nosotros puede comprobar por sí mismo esta reacción en cadena de los pensamientos o la asociación de ideas. Hay en unas personas mayor divagación mental que en otras pero este es un proceso común a todo pensamiento; ahora bien no vamos a pretender llevar nuestra mente a una dureza, a una rigidez que nos elimina nuestra mente soñadora; de lo que se trata es de obtener mayor rendimiento de nuestra capacidad mental.
¿Cuando observamos algo, realmente lo observamos? Todos tenemos la capacidad para observar aquello que por alguna razón nos interesa, nuestro ser esencial no ha obligado a esa herramienta con la que cuenta que es la mente a observar determinado objeto, la mente es errante, es la que se ha detenido en el objeto por su propia voluntad del ser superior el yo interno.
Cuando observamos un objeto solo lo hacemos superficialmente ya que la mente no cumple con la tarea que el ser superior le ordena con relación al objeto que esta escogió para su atención.
Ej: Si tomamos una manzana y la observamos. Vamos a observarla en todos sus aspectos: color, textura, peso relativo, temperatura, tamaño, tomar en cuenta cuanto tiempo tarda en adquirir la temperatura en nuestra mano por transmisión de nuestro calor; este ejercicio debe durar 5 minutos al realizarlo debemos estar relajados. No aferrarnos al objeto; cerramos nuestros ojos y memorizamos el objeto elegido no se trata de un esfuerzo sino más bien de una actitud serena. Una vez que hemos agotado los elementos memorizados volvemos a fijar la atención en el objeto elegido intentando descubrir aquello que hemos pasado por alto.
Este ejercicio puede realizarse diariamente sus resultados sorprendentes se observan. Cuando descubrimos que mejorar nuestra retentiva y aún sin proponerlo lograr con menor esfuerzo y menor tiempo dirigir nuestra atención en nuestro trabajo. Luego de 2 semanas de realizar cotidianamente este ejercicio por la noche intentamos cerrar los ojos y memorizar el diagrama y contenido del periódico que hemos leído en la mañana, Observamos que no solo recordamos el orden y ubicación de los grandes titulares si no que nuestra memoria se agudiza por la observación; retiene comentarios o pequeños avisos publicitarios que no recordábamos haber notado. Esto demuestra que las capacidades mentales como: la atención, la memoria la observación se educan.