5.21.2011

equilibrio...

El equilibrio que queramos sentir lo debemos "plantar" en nuestra mente subconsciente. Cuando nos encontramos en circunstancias definidas como adversas la clave para verlas favorables la debemos pensar desde la mente consciente de ahí entonces deriva que pensemos en ("El vaso medio vacio y medio lleno a la vez") las bondades de la lluvia aunque esta sea abundante porque sabemos así es la gran ley.

En medio de la pobreza, enfermedad, aflicción, etc. debemos afirmar lo contrario aunque la aparente y momentánea "verdad" parezca una contradicción de lo que estamos afirmando, a fin de que estas afirmaciones vayan a la mente subconsciente y desde allí salga la solución a las dificultades.

La vida es un conjunto de actividades subconscientes, tienen estas actividades su origen en la mente consciente y desde ahí pasan a la subconscientes. ("pienso luego existo" -René Descartes) El subconsciente viene a ser el archivo de todas nuestras actividades conscientes en momentos de nuestras vidas; es por ello todas las cosas que hacemos posibles.

Si la mente consciente tuviera que estar ocupada continuamente en cada uno de los detalles adquiridos con sumo cuidado en las vidas sucesivas, todo seria muy forzado sin embargo podemos sincronizar desde la mente subconsciente y traer a la mente consiente por ej. Los pensamientos de salud aunado a la acción en pro de la salud. El pensamiento y la acción dirigidos en la misma dirección traerá el resultado que corresponde.

Nuestro centro de éxito o fracaso está en la divinidad y desde allí es donde se irradia lo que deseamos, de ahí lo que conocemos como...  "La gran invocación"
"Desde el centro de la luz donde estoy en comunión constante con el inagotable océano de amor y poder divino. Soy una con él pues de él procedo. Por la actuación de este poder siempre obtendré éxito en todo lo que emprenda."
Un pensamiento sostenido con persistencia en la mente consciente desciende a la mente subconsciente y desde allí establece una actividad; todo pensamiento sostenido con persistencia, tenacidad y firmeza, se convierte con el tiempo en una parte de nosotros mismos.