1.26.2019

Verdad, Fortaleza, Acción XXXIII

“Todo obra para bien”, “No hay mal que por bien no venga”


Escuchamos y repetimos estas frases, sin embargo, cuando disfrutamos del “bien” no identificamos el “mal”; quedamos aturdidos y no podemos identificar el bien presente. Por lo general, así transcurren muchas vidas, hasta que cansados de esas oscilaciones de sentimientos, ignorantes de su causa u origen, decidimos buscar el remedio o curación.

Unos buscamos remedios.
Otros buscamos curación.
Otros buscamos identificar y conocer la causa.
Otros buscamos alcanzar la causa.

En la práctica de yoga, coincidimos todos estos tipos de buscadores, en cada buscador, se identifica las tres Gunas, (bondad, pasión, ignorancia), una dominante sobre las otras dos. Se sabe que la sátvica es la más armoniosa con lo que es Yoga; porque Yoga es el reconocimiento de nuestro origen divino, de que no estamos separados del Supremo.

Mientras predomina en nosotros la pasión (rajas), interesada en quitar el dolor y sufrimiento para seguir disfrutando (acción interesada), la armonía sátvica no se manifiesta en nosotros con el esplendor, el “corazón de oro” no resplandece, porque todo es condicionado a.

En ignorancia (tamas) no buscamos nada, se cree que esto es todo lo que hay y que no hay nada que buscar; dormir, aparearse, comer, etc.

Cuando llegamos a Yoga, ya hemos sufrido muchas veces, vamos descubriendo a través del estudio (conocimiento) y la práctica, que el dolor es inherente en la naturaleza misma.

Por lo que debemos dirigirnos entonces al desarrollo de la fortaleza, de la fuerza mental a través del conocimiento que origina el surgir de las actividades de la Guna principal o virtuosa.

Quien posee cualidades sátvicas en altos grados, es dueño de un corazón noble, su temple es inigualable, su visión es clara, sus aspiraciones son altas, la virtud le acompaña, y cuando es virtuoso, se quiere vivir en la verdad (tomando por verdad cuando se vive en concordancia de pensamiento, palabra y acción).

Las cualidades sátvicas nos llevan hacia la senda interior, donde radica lo que somos, donde se posee el conocimiento tanto del mundo interior (espiritual) desde donde todo emana, como el exterior (material) donde todo se manifiesta, el por qué de las manifestaciones, las causas de por qué sufrimos con la desaparición de las manifestaciones. Una vez encontramos respuestas a estos cuestionamientos, entonces el sufrimiento se transforma, es cuando nos dirigimos por la senda de la verdad, y de la liberación.

Cuando nos estamos dirigiendo a la senda interior, nuestros gustos van cambiando, el autodominio va aflorando, los demás sentidos se van adormeciendo mientras los sentidos internos se agudizan, y la paz nos va inundando y expandiéndose a través de nosotros.

“Aquellos que están en este sendero son muy resueltos, y su objetivo es uno..., la inteligencia de los irresolutos tiene innumerables ramificaciones.” ~Bhagavad Gita 2.41
Quien es sabio, sabe que el Supremo está en todos y todas partes, no añade “mal” al “mal”, ni “bien” al “bien”, busca la verdad y la acepta como único bien.
Asanas Diagnósticas Rx 02
  1. Tadasana
  2. Trikonasana (D&I)
  3. Konasana (D&I)
  4. Vrikasana
  5. Svanasana-vakrasana
  6. Svanasana-chatuspadasana 
  7. Marjarasana-bhujangasana