4.10.2010

sicología yóguica III...

El Tamásico está quieto, callado, deprimido, aislado, apático, abatido, su única expresión es la máscara del desánimo, su presión es baja, tono muscular bajo, es autista.
El tratamiento de los tamásico es calentar, estimular, despertar al enfermo, aumentar la dosis de rajas o sea su frecuencia o capacidad de vibración. Es tratamiento antidepresivo, estimulante energizante.

El tratamiento del rajásico es reducción de la excitación, nunca de su energía.  Es la reducción de su tensión y desgate, no de sus fuerzas. Es tratamiento tranquilizante, sedante, relajante, ecuanimizante.
Tanto en Tamas como en Rajas (deprimido o agitado) es indispensable la toma de conciencia o psicoterapia; esto consiste en dar satividad a la mente tumultuosa.

En el caso de los siquiatras estos tratan con fármacos que van a actuar sobre el sistema nervioso (la mente), a los tamásicos le administran drogas neuro-energisantes o antidepresivas y así rajasificaran  la mente de los tamásicos. 

A los agitados o rajásicos le prescriben tranquilizantes, sedantes, consiguiendo de esta manera disminuir la agitación rajásica y relajar tensiones.

Como los fármacos o drogas derivan unos efectos colaterales indeseables. Por cierto, incluyendo la dependencia o adicción, la intoxicación; con Yoga logramos sin riesgo o perjuicio alguno; logramos llevar al rajásico al estado satvizante.

Yoga en todos los aspectos proporciona pensamiento, sentimientos, comportamiento, diversiones, música, deportes, alimentos, arte, etc. Hay sentimientos estimulantes, también tranquilizantes, cierta música hace relajar o dormir, otras irritan. Algunos alimentos excitan, otros calman. Cada personalidad necesita discernir sobre que comer, su diversión, que  música necesita oír, etc. hasta llegar al sentido sativizante de la existencia y ascenso a los niveles superiores del Ser.