Toda acción que se realiza partiendo de la falsedad o engaño es
debilitante y siempre será frustrada por la verdad, porque tarde o
temprano, la verdad emerge.
Podemos haber desarrollado
un alto grado de inteligencia material, con la que continuamos viviendo
en la naturaleza material disfrutando y sufriendo, entre placer y
dolor, hasta que ya cansados, luego de infinitas experiencias, nos
inquietamos por conocer el origen de estas sensaciones, para su
superación; es entonces que comenzamos a comprender la transitoriedad o
ilusión de la vida material, e iniciamos la introspección o viaje a la
conciencia del Ser; vamos despertando a la comprensión, de que estamos
unidos a un Todo infinitamente omnipotente, omnipresente, omnisapiente,
desde donde todo emana; comienza nuestro desapego a la materia según
nuestra comprensión (verdad en acción) del despertar de conciencia y
desapego.
“Aquel que no está relacionado con el
Supremo [mediante el estado de conciencia Kṛṣṇa], no puede tener ni
inteligencia trascendental ni una mente estable, sin lo cual no hay
posibilidad de encontrar la paz. Y ¿cómo puede haber felicidad alguna
sin paz?” BG 2-66:
“En la medida en que todos ellos se entregan a Mí, Yo los recompenso. Todo el mundo sigue Mi sendero en todos los aspectos.” BG 4-11:
“Un
gran sabio nos da con su conducta un ejemplo que el hombre ordinario
debe estar obligado a seguir siempre. Entendiendo por gran sabio un
hombre en el cual está muerto el deseo personal, que no siente atracción
hacia ningún objeto terrestre, para quien la vida no es sino obediencia
a la voluntad divina, por ultimo se ofrece a sí mismo para servir de
canal a la fuerza divina, y verter sobre el mundo oleadas de socorro”.
~El Dharma - Annie Besant
“Aquel que restringe los
sentidos de la acción pero cuya mente mora en los objetos de los
sentidos, sin duda que se engaña a sí mismo, y se lo conoce como un
farsante.” BG 3-6:
Debemos
fluir con todo y todos (objetos y sujetos), no es con unos sí y con
otros no, pero ninguno de los sentidos, incluyendo la mente, deben
quedar fuera de control del Yo, teniendo siempre presente que todo está
bajo la Ley de cambio continuo, y nada es como nos parece que es ahora;
todo cambia y siempre hay cambios, que de haber visto antes, no
hubiésemos estado en disposición de aceptar.
“Así como
un fuerte viento arrastra un bote que se encuentre en el agua, así
mismo uno solo de los errantes sentidos en el que se concentre la mente,
puede arrastrar la inteligencia del hombre.” BG 2-67:
Debemos
continuar disciplinando los sentidos y la mente, evitando la
distracción sobre, objetos y sujetos, recordando que cada objeto y
sujeto es único, ambos sometidos a la ley de transitoriedad o cambio
continuo, en diferentes grados de evolución, por lo que nunca vamos a
coincidir paralelamente dentro de la dimensión espacio-tiempo, en el
logro de nuestra realización o despertar trascendental.
“De
lo que sea y de dondequiera en que la mente deambule debido a su
naturaleza vacilante e inestable, uno debe sin duda apartarla y ponerla
de nuevo bajo el control del yo.” BG 6-26: