No despertamos a la vida espiritual sin desarrollar conciencia, ya que por medio de la conciencia es que el espíritu se comunica.
“En la medida en que todos ellos se entregan a Mí, Yo los recompenso. Todo el mundo sigue Mi sendero en todos los aspectos” Bg 4.11
Según vamos despertando nuestra conciencia espiritual, vamos comprendiendo de igual manera tanto, “lo mejor” como “lo peor”, de esta manera nos vamos fortaleciendo en la trascendencia, reconociendo lo “uno” como “lo otro”, puesto que no podemos obviar lo peor o periodos de intensa tribulación.
A través de nuestra historia humana, los arquetipos que hemos tenido han pasado por seria tribulaciones, más todos han tenido en común la certeza de lo que trasciende a esas tribulaciones, siendo precisamente eso que trasciende el motor que nos ha impulsado; ninguno ha escapado a las tribulaciones.
Mientras más nos acercamos a la universalidad, vamos debilitando el dolor y cortando el sufrimiento por lo cotidiano, lo regional, al ir despertando nuestra capacidad de comprensión, el origen de todo y la transitoriedad incluso del dolor y sufrimiento. Jesús el “Kristo” en sus momentos de gran dolor y sufrimiento le confortaba saber y así lo proclamó; “Mi reino no es de este mundo”; a Buddha le confortó saber que podía vencer la vejez, enfermedad, y la muerte haciéndose consciente de su eternidad, pero para ello termino con toda la lujuria y apego a los objetos de los sentidos y la lujuria.
“Mi reino no es de este mundo” ~Jesús Kristo |
“Y quienquiera que al final de la vida abandone el cuerpo recordándome únicamente a Mí, de inmediato alcanza Mi naturaleza. De esto no hay ninguna duda.” Bg 8.5
“ Recuérdate de mí cuando en tu gloria estés”. “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso” ~ Jesús
“Aun cuando se te considere el más pecador de todos los pecadores, cuando te sitúes en el bote del conocimiento trascendental serás capaz de cruzar el océano de los sufrimientos.” Bg 4.36
Fuentes: Bhagavad Gita & “A los que buscan la verdad” ~Alain Guillo