2.02.2019

Verdad, Fortaleza, Acción XXXVI

Frecuentemente en nuestra toma de conciencia hacemos referencia al texto 29 Cap. VI del Bhagavad Gita.

“Un verdadero yogi Me observa a Mí en todos los seres, y también ve a todo ser en Mí. En verdad, la persona autorrealizada Me ve a Mí, el mismo Señor Supremo, en todas partes.” Bg 6.29


Este texto nos dice que en la medida que expandimos, que ampliamos nuestra conciencia, alcanzamos cada vez más lo Supremo, nos movemos más hacia el servicio desinteresado y la devoción, en el mundo de las acciones interesadas o ganancias secundarias.

Si al menos comenzamos a tener la idea de que el Todo está en Todo, el sentimiento de nuestra propia divinidad al igual que de todo lo que existe va impregnado nuestros sentidos y nuestra mente. De manera tal, que nuestra comprensión se va ampliando, y con el pensamiento sostenido a través de la meditación y práctica constante, vamos superando las dificultades, observando entonces que tales dificultades nunca son inmerecidas en su totalidad, puesto que la misma manera que decimos y aceptamos como verdad que la naturaleza coopera o “conspira” proporcionándonos aquello que deseamos, el deseo es nuestro motor para la acción en la consecución de lo deseado y nacen en nosotros (deseo y acción), la naturaleza “se complace” poniendo el objeto deseado y su efecto pero no es responsable del resultado.

Solamente bajo la ignorancia manifestada por comprensión defectuosa, ausencia de memoria e incapacidad de autoevaluación, no podemos ver en nosotros la causa de nuestro efecto y solo vemos las causas externas, que también están presentes, sobre las que si bien es cierto que no tenemos el control, de nosotros poseer nuestro control, la dificultad no se expresa. Cada uno de nosotros va labrando un sendero, cuyos efectos le pertenecen, sean estos considerados “buenos o malos”.

Cuando ya somos capaces de reconocer que somos forjadores de nuestro destino de alguna manera, entonces tenemos la certeza de nuestro renacimiento. Actuamos conscientes de que hay todo un mundo externo a nosotros con el que estamos interactuando, que hay una humanidad de la que aunque somos parte, es externa a nosotros; sobre lo que no tenemos control, sin embargo, podemos tener nuestro control y decidir cómo nos relacionamos en cada circunstancia.

“Y el Señor Supremo tampoco asume la responsabilidad de las actividades pecaminosas o piadosas de nadie. Sin embargo, los seres encarnados están confundidos a causa de la ignorancia que cubre su verdadero conocimiento.” Bg 5.15

“Una persona inteligente no participa de cosas que son fuentes de desdicha y las cuales se deben al contacto con los sentidos materiales. Esa clase de placeres tienen un comienzo y un final, y por eso el hombre sabio no se deleita con ellos.” Bg 5.22

“en todas las circunstancias, sé un yogi” ~Krshna

¿Por qué?

Porque: “Creación, conservación y disolución es todo un juego divino. En el universo, el Ser, que es el Ser de todos los seres, se muestra como muchos. Antes de la creación y la disolución, el mundo existe como una existencia absoluta que es Dios. No existe ni vidente, ni visión, ni sujeto, ni objeto; solo existe la misma conciencia. En esa conciencia, que és Dios absoluto, es el poder el que se divide en vidente y visión, en causa y efecto. A ese poder se le llama maya ~ Srimad Bhagavatam