Las etapas son cuatro (4) según lo describe Patanjali.
- Mente infantil o mente mariposa:
La mente está lo bastante desarrollada para percibir pero cambia el objeto de atención; primero le atrae una cosa, después se cansa y le atrae otra o pone su atención en otra y así sucesivamente. Ningún propósito definido le guía, está despierta para el mundo que le rodea pero no sujeta a la obediencia del espíritu, que es su verdadero dueño.
- Mente juvenil o confusa:
Ya le atraen los ideales pero todavía hay poca fijación y no muy clara comprensión, la mueven impulsos precipitados, confusos, vagos pensamientos y aspiraciones irreflexivas; es el estado de confusión, ilusiones y ensueños.
- Etapa viril:
La mente está dominada por una idea fija que puede ser ambición, filantropía, patriotismo o amor a la verdad, pero sea como sea domina al hombre. Todos sus propósitos, pensamiento y acciones están subordinados a la idea fija. Si le domina el patriotismo será un héroe y si es el amor a la verdad será un mártir en tiempos turbulentos. Ni razones ni persuasiones la ambición escogerá amigos que le sirvan para lograrla. Un hombre en esta etapa es con el tiempo apto para YOGA.
- Etapa de concentración:
Ya no hay obsesión por la idea sino que el hombre es dueño de ella y la convierte en su esclava, con toda la concentración de voluntad y propósito adquirida en la tercera etapa, es capaz de elegir su objeto y aplicar sus energías a realizarlo. Únicamente en esta etapa puede el hombre progresar y llegar a la humana perfección. El héroe o mártir puede ser ahora el santo, el vidente, el salvador alquimista, mediador porque se halla ante el portal de la iniciación, llega a ser hombre perfecto. Entonces se abre ante sus pasos otra evolución mucho más espléndida, llega a ser protegido de la ley de la verdad y de todos los dioses.