No son solo las circunstancias desafortunadas las que pueden obstaculizar en nuestro progreso espiritual. (ej. Alguien que tiene sincero interés en su DHARMA y gana la Loto). No solo los individuos sino los grupos y comunidades pueden encontrarse con este tipo de obstáculos.
Así como la riqueza puede dar origen a muchos problemas cuando no se utiliza para el establecimiento de las condiciones que conducen al progreso espiritual, también se pierde la ocasión por la falta de dinero y escasez. Debido a la pobreza y a las dificultades, algunas personas pueden desanimarse e incluso abandonar la práctica de Servicio, (DHARMA).
Si no experimentamos ningún contratiempo, no podríamos generar virtud en la mente porque es muy difícil que alguien sienta un verdadero deseo de liberarse del ciclo “nacimiento y muerte” mientras disfruta de una vida placentera y fácil.
Las circunstancias adversas pueden utilizarse como forma de aumentar nuestra compasión por los demás seres, cuando los vemos abrumados por los problemas, hemos de pensar en los innumerables seres que tienen sufrimientos mayores a los nuestros y de ese modo desear liberarlos de ese sufrimiento surgiendo así la Compasión.
A medida que vaya creciendo nuestra compasión, sentiremos con mayor intensidad la necesidad de hacer algo para liberar a todos los seres que sufren. En ese momento podemos realizar la práctica de TOMAR Y DAR.
Generando el deseo compasivo de recibir las desdichas y calamidades de los demás, se purifica el Karma destructivo que es la causa de nuestras propias enfermedades.
Cuando alguien está avanzando en su realización y experimenta el menor sufrimiento, su compasión aumenta porque reconoce en su propio dolor lo que otros seres han de soportar.
Cuando nuestra compasión aumenta a través de TOMAR Y DAR prevenimos enfermedades.