- Satisfacer nuestras propias necesidades evitando las acciones defectuosas y creando virtud.
- Satisfacer las necesidades de los demás mediante la disciplina ética de trabajar por su bien; de evitar las acciones dañinas.
Purificamos nuestra palabra absteniéndonos de mentir, de emplear un lenguaje duro, divisorio y de implicarnos en conversaciones triviales.
Purificamos nuestra actividad mental evitando visiones erróneas así como la codicia y la malicia.
La creación de una virtud poderosa estabiliza la pureza mental mientras que trabajar por los demás la fortalece.
Todas las actividades dañinas se restringen mediante la atención y vigilancia mental.